"Por lo general tenemos la costumbre de decir cosas como: qué bendición, eso es una bendición, Dios me bendijo con un carro, Dios me bendijo con este nuevo trabajo, Dios me bendijo con este matrimonio, etc. Aunque esto es ya costumbre de nuestro lenguaje cristiano, y aun los que no son cristianos. La pregunta que debemos hacernos es: Es todo eso en realidad una bendición? ¿Es la bendición de Dios las cosas buenas que recibimos? 4. Entonces, la persona desempleada o que no tiene carro o que está batallando en su matrimonio: ¿No son bendecidas por Dios? ¿Acaso esas personas están limitadas de la bendición de Dios? 6. ¿Están bajo maldición? Si esto fuera así, qué complicado es apreciar la bendición de Dios"

Richard Martinez, Pastor Principal