La Queja En Nuestro Interior
Estudio No importa la edad o de dónde vengamos, yo creo que todos hemos luchado o experimentado la queja, ya sea en otra persona o en nosotros mismos. Tal vez en forma de desahogo para no sentirnos tristes o enojados por cambios en nuestras vidas, o tal vez porque es una conducta aprendida y al ser desconfiados o no tener autoestima alta carecemos de confianza para no quejarnos ante cualquier situación en nuestras vidas. Lo cierto es que muchas veces no lo verbalizamos pero si nos quejamos por todo. Nos quejamos por cómo lucimos. Nos quejamos por lo que tenemos o no tenemos. Nos quejamos por la posición en la iglesia o por quienes están a cargo. Nos quejamos por las leyes o diferentes estatutos establecidos por el gobierno del país que sea en el que vivimos. Y la verdad es que la queja si no la trabajamos se vuelve tan parte de nosotros que es lo único que terminamos haciendo. Pasamos de hablar vida y ser firmes en lo que creemos y en tener fe en quien es Dios por encima de las circunstancias, que ahora constantemente tenemos una queja o comentario negativo contra todo y todos. ¡Es totalmente agotador!
Lo triste de esto es que la queja desagrada a Dios y sirve de piedra de tropiezo para nosotros y para otros. La queja según el diccionario, es la expresión de dolor, pena, disgusto, disconformidad o enfado. Pregúntate tú ahora, ¿por qué me estoy quejando? ¿Cuál es el motivo realmente de mi queja?
¿Por qué el quejarme equivale a tener falta de fe y confianza?
- La queja equivale a no tener confianza de lo que Dios está haciendo o el pensar que lo que Él permitió, no es lo correcto.
Aplicación Aunque pasa mucho y es algo que pensamos es normal, la queja es un pecado contra Dios. Estamos diciéndole a Dios, quien es perfecto, que está equivocado o que estamos inconformes con Su voluntad en nuestras vidas o que entendemos que merecemos algo mejor de lo que Él ya ha permitido. Nos olvidamos de que Él es un Dios bueno y que Él tiene conocimiento de nuestro mañana, y sabe todo lo que va a suceder cuando nosotros todavía estamos viviendo el hoy.
Mientras estudiaba lo mucho que afecta la queja encontré estos 6 motivos por los cuales debemos ser bien cuidadosos a la hora de quejarnos:
- La queja es una manifestación de inconformidad y rebeldía hacia la dirección de Dios.
- Cuando nos quejamos pecamos contra el carácter de Dios y ponemos en duda quién Él es. Un Dios bueno, poderoso y fiel.
- La queja es una manifestación injusta, porque consideramos bueno lo que realmente es malo.
- La queja se convierte en amargura que contagia a los demás.
- Muchas veces la queja es una manifestación de codicia, porque constantemente queremos más y más y pensamos que nos merecemos tal cosa.
- El último punto y el más triste y preocupante es que la queja nos quita el gozo y el disfrute de las maravillas de Dios a nuestro alrededor.
Todas esas consecuencias y ese estilo de vida tan triste y tan estresante es el resultado de constantemente andarnos quejando. No es que te quejes en una ocasión y ya, es que lo que hoy es algo pequeño y que no te afecta puede crecer y volverse en tu normalidad y afectar tu presente y futuro, y todo lo que te rodea. Es que si le das paso a la queja continuarás con el mismo círculo hasta que te estés quejando por todo y no seas agradecido por nada.
¿Es pecado la queja?
- La queja refleja descontento, falta de gratitud y/o falta de confianza contra Dios y Su provisión, por ende, sí es pecado.
Conclusión
Ya aprendimos lo que significa la queja y los motivos por lo que sucede. Ahora quiero enseñarte alternativas o cosas que yo personalmente opto para evitar la queja o cambiar mis pensamientos de queja a gratitud. No soy perfecta, hay ocasiones en donde me quejo y tengo que ir de vuelta a los pies de Cristo a pedir ayuda y guianza, pero sí he visto cambios en mi vida por cambiar mi forma de pensar y optar por las siguientes acciones.
Ya vimos que la queja es falta de confianza en Dios, equivale a que tenemos que meternos de lleno con Cristo; estudiar Su Palabra, alabarlo, buscarlo más hasta que cada parte de nuestro ser, espíritu, lengua (lo que hablamos) y pensamientos sean completamente cubiertos por lo que Él dice que soy y la confianza y fe que solo podemos tener por medio de ese amor y gracia que recibimos en Él.
Nos toca ser agradecidos y tener gratitud por cada bendición que recibimos e incluso por cada puerta que Él cierra. No conocemos hoy por lo que Él ha cerrado esta puerta, pero te aseguro que mañana podrás ver de lo que Dios te cuidaba. Mientras, no te quejes, alégrate porque de seguro en medio de ese momento vas a encontrar una enseñanza, guianza, fortaleza y un camino tal vez menos ancho, pero que te va a llevar a cumplir el propósito por el que fuiste creado y en eso hay más que felicidad y paz.
Aprende a confesar y arrepentirse. ¡Busca ayuda! Si sientes que constantemente tienes pensamientos de queja o negativos, únete a un Grupo CAFE o habla con un Mentor y déjale saber tus pensamientos y sentimientos. Si esa persona no batalla en esa área, te aseguro que como quiera se va a poder meter de lleno contigo, orar contigo y buscar herramientas para que puedas cambiar tu forma de pensar. Te aseguro que se te va a ser difícil batallar esto o cualquier otra cosa solo o en tus fuerzas, pero tienes una villa en tu iglesia, personas dispuestas a ayudarte y a orar por ti. ¡No te empeñes en hacerlo solo!
Recuerda que la queja te quita la paz, la fe y el favor de Dios, además de afectar negativamente en todas tus relaciones. Tú eres valiosa(o) y Dios te ha dado las herramientas necesarias para pelear la batalla. ¡No te quites, es tu momento de pelear!
Escrito por: Gleysh Reyes
|