El perdonar es un acto tan incómodo y a la vez tan difícil que muchas veces se nos hace difícil abrazar lo que la Biblia nos enseña acerca de perdonar. Hay personas que sinceramente no entienden lo que es el perdonar y confunden lo que no es perdonar.

El perdonar no es olvidar, sino tomar una decisión de que a pesar del dolor que podamos tener no apelaremos a la justicia. El perdonar no es otorgar la confianza libremente, pero sí la habilidad de confiar en la justicia, la gracia y el amor de DIOS. El ofensor debe hacer lo posible por sanar el corazón que hirió.

Hay personas que piensan que el perdonar es la habilidad de sentir sanidad emocional instantánea; otras piensan que pueden perdonar y en poco tiempo sentir que han sanado emocionalmente; hay otras que les toma más tiempo, pero lo cierto es que no todo el mundo cuando perdona sana de la misma forma o al mismo ritmo. El perdonar no es un sentimiento, sino una decisión.