El propósito de este taller es llevarnos a entender que la Biblia no solo dice que amemos a todos, sino que los amemos como Jesús nos amó. Y Jesús amó con un amor desprendido, sacrificado, constante y sin hacer acepción de personas. Dios nos dio el mandamiento, no la sugerencia de amarnos. Pidamos la ayuda al Espíritu Santo para cumplir este mandato, y Él nos guiará y ayudará.